Todas nuestras llantas se suministran con un acabado de pintura en polvo. Este acabado con recubrimiento en polvo es mucho más duradero que los acabados tradicionales pintados en húmedo, sin embargo, todavía requieren cuidado para mantener ese acabado elegante y proporcionar longevidad.
Desglosaremos las directrices en tres áreas principales: limpieza, eliminación del polvo de los frenos y revestimientos protectores. A continuación las describiremos en profundidad:
1. Limpieza regular
- Frecuencia: Limpie sus llantas de aleación al menos una vez a la semana, o más a menudo si están expuestas a sales de la carretera o ambientes agresivos.
- Productos de limpieza: Utilice un limpiador de llantas no ácido y con PH equilibrado para evitar la corrosión y la decoloración. Evite los productos químicos agresivos que puedan dañar el revestimiento protector de la aleación.
- Herramientas: Utilice un cepillo suave o un paño de microfibra para fregar las ruedas, llegando hasta los radios y las hendiduras. Evite los estropajos abrasivos, ya que pueden arañar la superficie.
2. Eliminación del polvo de los frenos
- El polvo de los frenos es corrosivo y puede dañar las llantas de aleación si no se controla.
- Limpie rápidamente el polvo de los frenos con un limpiador especializado o un jabón suave con agua. El polvo de los frenos puede ser persistente, por lo que una limpieza frecuente evitará que se acumule.
3. Recubrimientos protectores
- Aplique una cera o sellador de llantas después de la limpieza para proteger la superficie de aleación de la suciedad, la mugre y el polvo de los frenos. Esto también facilita la limpieza en el futuro.
- También existen recubrimientos cerámicos para llantas, que ofrecen una protección duradera contra los daños medioambientales.
Póngase en contacto con un miembro de nuestro equipo para que le ayude a mantener sus llantas de aleación en perfecto estado.